Una mañana salimos a dedo hasta Tulum, nos armamos nuestros cartelitos y no no debemos haber estado más de unos 10 minutos en la ruta esperando. Así fuimos hasta Playa del Carmeon y de allí nuevamente dedo hasta llegar a Tulum. Al llegar nos quedamos en la casa de una pareja de chicos de couchsurfing que vivían allí desde hacía unos años. Son gerentes de dos pequeños hoteles del lugar y unos enamorados de este lugar. Al día siguiente de llegar fuimos a conocer Xcacel, este lugar se ubica a unos 14 kilómetros de Tulum.
Salimos super temprano, pensando en hacer dedo y aprovechar la mañana. Por esta ruta viaje mucha gente que va de una a otra de estas ciudades y no tiene problema en dar un aventón, por lo que no demoramos mucho en llegar a esta Reserva Natural que es realmente un paraíso.
Llegamos cerca de las 8 de la mañana a la entrada del parque, desde la ruta hasta la entrada son cerca de un kilómetro y medio. Mientras caminamos nos cruzamos a una chica que nos dijo que el chico de la entrada llegaría a las 9, que no ingresáramos hasta que él llegara. decidimos dormir un rato más en la playa, al atravesar el morro de arena nos encontramos con esta playa de las fotos. La playa estaba desértica y la brisa fresca era una caricia que arrullaba. Pese a ser muy temprano el sol ya picaba, así que fuimos a uno de los lados de la playa donde debajo de unas palmeras se armaba una sombra que parecía una puesta divina solo para nosotros. Nos habíamos despertado temprano y la fiaca nos ganó.
Nos despertamos al rato, el chico del ingreso había llegado. Como se trata de un parque nacional tuvimos que abonar en la puerta algo así como $20 MXN. Nos dijo que recién a las 10hs podríamos entrar al cenote. Nos fuimos a la playa y el mar estaba picado y la corriente complicado por lo que no pudimos hacer snorkel. Este lugar dicen que está muy bueno para esta actividad ya que los corales allí son hermosos. Cerca de las 10 recorrimos el caminito de arena rodeado de vegetación selvática para llegar a este cenote que esta pegado a la playa. Esperamos un rato hasta que vinieron abrir el lugar. En la espera pudimos ver cangrejos azules y naranjas, y las iguanas que son reinas del camino caminando lento por la arena mientras se asolean.
Cuando por fin entramos, otra vez nos asombro la naturaleza con todo su esplendor. Este oasis de agua dulce rodeado de verde, es realmente un espectáculo. Los peces que siempre me dieron impresión que me rosaran, no sé si por la energía, la claridad del agua.. o toda una suma de cosas, me resultó nadar allí una de las experiencias más placenteras.
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